Darren y Aiko caminaban por las
calles de Madrid en silencio. Ninguno de los dos se atrevía a decir nada por
miedo a meter la pata. Aiko al final reunió valor e intento establecer una
conversación por pequeña que fuese con él.
-¿Qué te parece Madrid? –pregunto
la chica. Nada mas salir de sus labios la pregunta, a la rubia le pareció una
pegunta estúpida y desesperada.
-Me gusta, es muy bonita
–respondió su acompañante con una sonrisa.
Aiko sonrió y se alegro de no
haber dicho nada que haga sentir incomodo a su acompañante.
-Cuando vengas a Japón, seré yo
quien te enseñe la ciudad –dijo sonriente Darren.
-¿De verdad?
-Claro, seguro que te gusta mucho.
Poco a poco a ambos se les fue
pasando la timidez y hablaban cada vez más y más. Sin darse cuenta los dos se
acercaban lentamente. Sus manos se rozaron y los dos se miraron sonrojados.
Darren sonrió aun avergonzado y Aiko lo imito. Los dos se miraron a los ojos
con ternura y se dieron la mano.
El resto del paseo lo hicieron
agarrados de la mano, sin separarse. De vez en cuando se miraban de reojo y
cuando se daban cuenta de que habían sido descubiertos sonreían intentando
ocultar su bochorno.
La tarde paso demasiado rápido
para ellos. Acabaron sentados en un bonito parque cansados de tanto andar.
-Me gusta este parque –dijo
Darren.
-A mi también, es precioso.
-No tanto como tú, Aiko.
-Ooh, gracias Darren –dijo
intentando ocultar su rostro que se había puesto rojo.
Darren sonrió y cogió el rostro de
Aiko por la barbilla obligándola a
mirarle. Aiko aun sonrojada se perdió en el azul de los ojos del chico.
Lentamente el chico se acerco a
ella. Aiko sabía lo que iba a pasar. Estaba nerviosa pero quería que llegase ya
el momento. Sus labios se juntaron en un calido beso.
La chica sentía que flotaba, que
ya no estaba aquí sino en un mundo mucho mejor, donde todo era bonito y feliz.
Darren por su parte sentía que su universo estaba sostenido por una sola
persona, Aiko.
Sus labios se separaron cuando
necesitaron coger aire. Se quedaron juntos, sus narices se rozaban. Darren
quería robarle otro beso, pero no estaba seguro si debía hacerlo. Aiko resolvió
sus dudas besándolo.
Su segundo beso no fue como el
primero, ahora era salvaje y apasionado.
Cuando se separaron se miraron a
los ojos expresándose todo lo que sentían el uno por el otro. Un carrito de los
helados paso por allí. El chico sabía cuanto le gustaban.
-Espera aquí un momento
Aiko no lo dejo marchar sin darse
un beso rápido. Darren sonrió y siguió al vendedor de helados que se detuvo un
poco mas adelante. Compro un par de helados y giró sobre sus talones para
volver junto a Aiko.
Lo que vio lo dejo helado. Noto
como la sangre le hervía y apretaba los puños con fuerza, destrozando los
helados que llevaba en sus manos. Los tiro al suelo sin importarle y se acerco
a Aiko con la mirada sombría.
Aiko estaba abrazada a otro chico,
un castaño que también llevaba una equipación de fútbol. Pero no era japonés,
si no italiano. Los dos sonreían con alegría.
-¡Tú! –gritó furioso Darren.
Los dos jóvenes lo miraron
sobresaltados.
-¿Qué se supone que haces con
Aiko? –gritó de nuevo.
-Nada, solo la había abrazado,
¿hay algún problema? –respondió con tranquilidad el italiano.
Aiko miro angustiada a los chicos.
Sabía lo que iba a pasar y no le gustaba ni un pelo.
-Por favor no os peleéis… -dijo
con suavidad y mirando al suelo.
-Tú cállate, no quiero volver a
verte –Darren se sorprendió de la dureza de sus palabras, pero no se arrepintió
ni un instante de lo que había dicho.
Se dio la vuelta, aun enfadado y
ofendido y se alejo de Aiko y Paolo. Cuanto más se alejaba mas dolor sentía en
el corazón. Su universo se había venido abajo.
Aiko se derrumbo sin poder
contener las lágrimas. Su dolor era inmenso. Acababa de perder al chico de sus
sueños por una simple tontería. Quería recuperarlo como fuera, pero ¿qué podía
hacer? ¿Cómo hacerle ver que no había pasado entre el italiano y ella? Fuera
cual fuese la respuesta, la necesitaba y pronto.
El castaño intento consolarla en
vano y la acompaño a casa intentando tranquilizarla por el camino. Después de
lo que había pasado de sentía culpable, tenía que hacer algo para solucionar
este problema, después de todo el era el culpable y ver a Aiko sufrir por su
culpa era lo último que quería.
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Muahahaha, ¿Qué pasara ahora con estos dos? aaaah, ya se descubrirá. Tananan espero que os guste. ¿Cuál sera la próxima parejita? jejeje ya veré
WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
ResponderEliminar*_________________________________________* Darrem T.T NOOOOOO
dios...k rapido ha sido todo. nunca habia visto a darren tan furioso. kiero el siguiente ^^
ResponderEliminarDarren es mioo! Ahora que esta" single" que se venga conmigo:$ ahahahahahahahh
ResponderEliminarDARREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN(plagio de Sumiko) ahahahahah
Quiero el siguienteeeee LALALALAL!
me e leído todos tus capítulos y me han encantadooo desde el primero *o*
ResponderEliminarpero darren T.T pobrecito vio lo que no era mas que un abrazo amistoso y el pensó otra cosa buaaaaaa T.T espero el siguientee
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaa ^^ ¡Darren! ¡Tonto! ¡Jum! ¡Castigado sin...! Sin... ¡Sin hacer algo! (Jajaja, ventajas de ser "la hermana mayor" de Darren xD)
ResponderEliminarT.T Que crueldad, pobre Aiko T_T Que injusto... con el momento tan romántico que habían tenido...
ResponderEliminaraichs.... que bonito capitulo (si, aunque Aiko acabe llorando) me ha encantado!!! ^^ está genial ^^!
ResponderEliminarcon lo bonito que habia sido el momento, haber si Darren entra en razón, los celos son tan malos :S
ResponderEliminarquienes seran los siguientes????
Jooooooooo T.T Pobrecitos (los dos). PERO NOOOOO! DARREN! VUELVE CON AIKOOOOOOOOO! T.T Bueno, se tiene que arreglar si o si>.< Me encanta el capitulo*-*
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